NUEVA YORK. Para Donald Trump, la década de 1980 todavía está viva. Bobby Knight, Don King y Sylvester Stallone, algunos de los referentes culturales del presidente electo estuvieron en la cúspide en esa época, en la que también ascendió la fama de Trump en Nueva York, se construyó la Trump Tower, se publicó “The Art of the Deal” y él coqueteó por primera vez con la idea de postularse a un cargo de elección popular.

A pesar de que mucho de lo que definió esa década ha pasado de moda desde entonces, Trump aparentemente ha internalizado su espíritu, el cual parece reflejado en la decoración del vestíbulo de la Trump Tower y las celebridades de las que se acompañó durante su campaña.
Trump, un empresario inmobiliario del distrito de Queens que trató de probar su éxito en la Gran Manzana, siempre buscó la aprobación de la clase dominante de Manhattan y estuvo dispuesto a hacerse de un nombre por sí mismo, de acuerdo con quienes lo trataron durante esa década formativa.
“Se promovía sin cansancio en los diarios y en la televisión. Sabía cómo llamar la atención de la prensa y acabar con sus enemigos”, dijo Geoge Arzt, secretario de prensa del exalcalde de Nueva York Ed Koch, quien estuvo en el cargo de 1978 a 1989. La actitud egoísta que definió la década de 1980 “ha sido por mucho tiempo parte de quién es Trump”, agregó Arzt.
En esa década, mientras Trump crecía como figura pública, remodeló el hotel Grand Hyatt en la calle 42, retomó la renovación de la pista de hielo de Central Park que había quedado estancada y compró el equipo de la zona de Nueva York en la incipiente United States Football League, que surgió como una competencia para la NFL.