Ginebra. Para responder a las necesidades de salud a través de la cobertura sanitaria universal y garantizar la seguridad ante enfermedades altamente infecciosas como puede ser el ébola, faltan actualmente 50 millones de empleos de calidad en el mundo en ese sector, según un nuevo informe publicado hoy.
En el documento “Personal de la salud: Un enfoque basado en la cadena mundial de suministro”, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca que en los próximos 15 años el envejecimiento demográfico agravará esa carencia de profesionales en el sector, por lo que harán falta 84 millones de empleos más.
“La creación de millones de empleos que faltan permitiría mejorar los niveles de vida, el crecimiento económico y el desarrollo, en particular en los países con altos niveles de desempleo entre los trabajadores poco cualificados y desprovistos de servicios de asistencia médica”, señaló la directora del Departamento de Protección Social de la OIT, Isabel Ortiz.
El informe incluye a todos los trabajadores que contribuyen de alguna manera con la atención médica y la prestación de servicios sanitarios a las cadenas de suministro de la salud en el mundo, tanto dentro de los países como entre ellos.
Los datos de la OIT revelan que, a nivel mundial, una fuerza de trabajo “invisible” de 57 millones de trabajadores no remunerados cubre la “enorme falta” de profesionales de la salud cualificados.
La mayoría son mujeres que abandonan sus empleos para cuidar de miembros más ancianos de la familia.
En Europa se trata de 14 millones de mujeres, indicó hoy en una rueda de prensa la autora del informe, Xenia Scheil-Adlung.
Según el estudio, unos 234 millones de personas en el mundo trabajan para alcanzar objetivos relacionados con la salud como la cobertura universal.
Este número incluye a 27 millones de médicos y enfermeras y otros profesionales de la salud empleados en el sector público y privado.
Sin embargo, recalca la OIT en su informe, una gran parte de la fuerza laboral (106 millones de trabajadores que representan el 70 % del total) tiene empleos en áreas relacionadas.
Se trata de estos 57 millones de trabajadores no remunerados porque cuidan a sus familiares, y de otros 45,5 millones empleados en puestos que, con frecuencia, están mal pagados y no cuentan con condiciones laborales decentes.
Este tipo de empleo se encuentra sobre todo en las áreas de mantenimiento, limpieza, apoyo administrativo y cuidado informal, señala la OIT, que destacó que los servicios de salud “generan millones de empleos”.
El estudio sugiere que en la respuesta a las necesidades de salud que surgen debería tenerse en cuenta “plenamente” el gran número de personas que trabajan en ocupaciones no sanitarias, sobre todo los trabajadores no remunerados.
Por ello recomienda transformar el cuidado informal no remunerado en un número suficiente de empleos cualificados con condiciones de trabajo decentes.
Según la OIT, la inversión en un empleo de médico o enfermera da trabajo a 2,3 trabajadores que no tienen una profesión sanitaria.
De acuerdo con Scheil-Adlung, el 91 % del potencial de empleo se encuentra en los países de ingresos medios-bajos y de ingresos bajos de África y Asia, donde estos trabajos estimularían el crecimiento económico y contribuirían al pleno empleo.
En África actualmente hay 15 millones de trabajadores que podrían estar trabajando en la economía formal si se invirtiesen suficientes recursos en la cobertura sanitaria universal.
En Asia, por su parte, el potencial actual de empleo es de 29 millones de personas en empleos sanitarios y no sanitarios.